En educación Montessori el arte no está aislado de la vida. Hacer arte es una manera de pensar y actuar accesible para todos, no es independiente de la vida ni propiedad de unos pocos. No hay una manera de hacer arte porque sólo la práctica de la creatividad produce arte. El arte siempre genera nuevo conocimiento. Y es el medio para crearnos a nosotras y nosotros mismos.
Por eso es importante:
– No dirigir los procesos creativos (no enseñamos a dibujar un árbol, sino cómo se usa un pincel, las formas que existen en la naturaleza, refinamiento en la percepción del color… No enseñamos a modelar una figura humana, sino que mostramos cómo podemos trabajar el barro…)
– No limitar una creación al juicio adulto (no preguntamos qué es eso, invitamos a que nos cuenten el proceso, qué tenían en mente, qué ha surgido, cómo lo han conseguido, si es lo que querían…)
– No mostrar el arte como un departamento estanco (no hay un área de arte, el arte se trabaja desde vida práctica, porque es una técnica, desde lenguaje, porque es un modo de expresión, desde el material sensorial, porque refina y estremece los sentidos, desde matemáticas, porque la mente matemática es creativa…)
– Ofrecer un ambiente bello y rico en arte, así como experiencias que despierten la sensibilidad artística y supongan una transformación.
– Mostrar cómo el arte puede ser una herramienta a través de la cual direccionar nuestras emociones, pensamientos e imaginación.
¿Te has preguntado alguna vez qué experiencia de educación artística se ofrece en el colegio de tus hijas e hijos? ¿Lo tienes en cuenta a la hora de escoger tu estilo educativo o el colegio en el que pasarán los primeros años de desarrollo? ¿Sabes cuáles son las claves de una educación que asegure el desarrollo de niñas y niños libres, capaces y felices?
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